miércoles, 15 de julio de 2009

Agonía de amor


(A Maria Alejandra Oviedo genial poetisa, excelente amiga, gran dama y señora, que fusionó sus versos,su sentir, sus emociones y sus sentimientos con los míos)

Mis pies desnudos
besan la arena fresca del mar
el viento camina a mi lado,
compañía obligada del momento
y tú que no estás…

Rara sensación de soledad
mezcla triste de añoranzas,
momentos tibios de pasión.

Con la mirada perdida en el horizonte.
Enemigas de mí las olas
se niegan a mostrar tu barca
me impiden ser tu puerto.

Este mar malditamente apasionado
en que naufragan mis pasos
te atrapa en sus olas clandestinas.

Te impiden llegar
a la ínsula de mi cuerpo
a esta isla perdida
donde espera un amor,
tus besos, tu pasión.

Mis suspiros son llevados por la brisa…
mientras la mirada más que perdida
delata el recuerdo de un abrazo oprimido…

Mi corazón es sólo fuego
Fuego que sólo apagan tus besos.
sólo el mar entiende mi locura.
¡Me estoy muriendo de amor!...

Mi soledad


(Talara, Junio 16 del 2008)

Escribo desde mi soledad
desde el vacío inmenso
que dan las penas
desde el sepulcral silencio
que da el olvido y la ausencia.

Dibujo en palabras fúnebres
el hastío amargo de la infelicidad
y el dolor más cruel, el desengaño o la fementidia
mientras ausente de mí la sonrisa
es tan sólo un débil recuerdo.

Camino con dignidad los gélidos inviernos
que me toco vivir
el viento húmedo y filoso camufla mi dolor
mientras me rompe el rostro
y congela mi garganta.

Demencial anhelo el mío
vestir de primavera mis días.
Utopía vana de éste mendigo
muriendo a cada instante
con la mirada cálida y la mano extendida.