domingo, 19 de julio de 2009

En el último instante


Quisiera ser el como el árbol aquél
que aún cansado y seco da sombra
que con el agua de la vida reverdece
que sin edad y tiempo da fruto.

Quisiera vivir en el viento
para besarte cuando y cuanto quiera,
para apurar tus pasos si demoras
para refrescar tu espalda si te agotas.

Quisiera tener tu historia
sin renunciar a mi esencia
sin olvidar nunca mi nombre
sin dejar de pedir al cielo.

Quisiera en ese instante la catatonía
para ignorar el beso gélido de la muerte
para olvidar que ya no podré más tocarte
para conservar la dignidad al final de la agonía.

(A Martín G.P. Hombre que es y será
más grande que su desgracia. Mi amigo).