viernes, 20 de agosto de 2010

Lamento desencadenado V

Profano el altar de mis memorías
entre arcanas y oscurantistas añoranzas
la sed de mi nostalgia
es un niño sin abrigo en la banca
esperando la mano cálida de quien le dio la vida
la caricia tierna que le retorne la existencia.


Pequeña demencia mía
pensar que la ausencia es olvido
creer que el olvido es la muerte del dolor
asumir que el dolor es llanto del alma
cuando es llanto del alma la verdadera ausencia.


Esquivo del mundo y oculto de mis guerras
redacto para ti sobria esquela
esquela, proclama aciaga de mi victoria o mi derrota
proclama, sin condiciones de vencedor o vencido
condiciones que nunca fueron, porque jamás existieron.


Admito amarte más con lo que me toca
y es que me toca hacer bandera
por la razòn o mis palpitos latidos
insanía brutal del alma

querer olvidar, solo para no seguir amando cada vez más
querer amar, solo para no dejar morir el recuero y la esperanza
entre la verdad y el sentir
vivir es lo que me toca....


Santiago, 16 de agosto del 2010
(Biblioteca Nacional)