Háblame, que tu silencio mata.
Te siento como ausente
Y es mi alma quien padece.
En tu diminuta lejanía, ¡óyeme!
Desde tu rincón esquivo, ¡Mírame!
Que no soy abismo en tu camino
… y sólo ambiciono amarte.
No me largues de tu vida
Que mi amor no acaba.
… Si aún está naciendo.
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